Situada a orillas del mar, esta ciudad cuenta con hermosas playas y numerosos lugares de interés. Sin ir más lejos encontramos la Catedral de la Asunción, contruida en el siglo XII, y cuyo claustro rebosa tranquilad y armonía por todos sus rincones.
Siguiendo por el magnifico paseo que recorre la costa santanderina permitiéndonos disfrutar de la famosa zona de El Sardinero, donde se concetraba en el siglo XIX la alta burguesia, con sus jardines y su gran casino. Si continuamos encontramos la Península de la Magdalena y su palacio, residencia de vaciones del rey Alfonso XIII, que cuenta con tantas ventanas como días tiene un año y con un pequeño zoológico en sus cercanías.
En cuanto a la vida nocturna, hay de todo. Desde sitios relativamente tranquilos donde puede, más o menos, oír a la persona de al lado, hasta grandes pubs. Por su parte la gente de treinta años en adelante no se sentira fuera de lugar pues cerca del paseo, existen una zona donde la gente joven y los no tan jóvenes conviven en la noche. Los precios de las copas son como los de cualquier lugar de España, asequibles.
Y qué decir de la gastronomía, la calidad culinaria es excepcional y no es muy cara. No dejeis de desayunar un chocolate con churros frente al mar, para empezar bien el día y ni de tomar alguna mariscada y demás productos típicos de la región.
Merece la pena ir.
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