Washington DC, una ciudad de paseantes y habitantes (vivos y muertos)

Tras una semana en Nueva York he decidido emprender un viaje hacia la capital del país; Washington. En primer lugar busque entre varias compañías, finalmente encontré la que os voy a recomendar; MEGABUS. Se trata de una compañía de bajo conste con trayectos a partir de un dólar. Mi billete finalmente costó 20 dólares ida y vuelta.

Al llegar a Washington lo que más llama la atención es amplitud de sus calles y bulevares, nada que ver con la impresionante Manhattan. Parece que estás en una película, y la misma sensación tienes todo el rato, esto ya lo he visto en la películas.

Washington DC es un punto de referencia político del país. En ella se encuentra las tres ramas del Gobierno de los Estados Unidos. También situadas en la ciudad están las sedes del Banco Mundial, el FMI, la OEA, el BID, y otras instituciones nacionales e internacionales, incluyendo asociaciones profesionales y sindicatos.

Todos los grandes edificios desde la Casa Blanca hasta El Capitolio se encuentra en una zona delimitada llamada Mall con monumentos y obras arquitectónicas.

Otro aspecto muy importante de esta ciudad es que en ningún museo ni en el Capitolio se paga absolutamente nada, puedes dejar una donación pero la entrada es FREE. Los tres museos más llamativo y espectaculares con el Museo de Ciencias Naturales, el Museo de Historia America y por supuesto el Museo del Aire y del Espacio.

Sin lugar a dudas lo más espectacular de Washington es el cementerio de Airlinton. Es el principal cementerio militar donde están enterrando el mayor número de militares y de personajes importantes para el país.  Son hectáreas y hectáreas de bosque en las que se ven en línea millones de lápidas. Es auténticamente espectacular y un dato espeluznante es que aun se celebran entre 22-28 entierros diarios.

El cementerio está abierto a las visitas desde las 8:00 hasta las 17:00 horas (hasta las 19:00 de abril a septiembre), y la entrada es gratuita.

Imprescindible La Tumba del Soldado Desconocido es uno de los puntos más visitados, sobre todo en el momento del cambio de guardia (cada hora, en invierno, y cada media hora, de abril a septiembre).

Ya estoy de vuelta en Manhattan esperando nuevas anécdotas.

Turismo musical

El turismo es una actividad heterogénea y sus manifestaciones se consideran ilimitadas, siendo que el viajero podrá planificar su trayecto en función de sus aficiones personales. La pasión por la música es común a millones de personas y el seguimiento acérrimo de una banda es un ejercicio de fidelidad practicado en todo el mundo.

Aquí queda una muestra de las vibraciones irrepetibles que un viaje de estas características podrá proporcionarnos.

Yeah!

 

Metro de Estocolmo

Conocida como la Venecia del norte, con un archipielago que supera las 200 islas y un 40% de la ciudad formado por espacios verdes, Estocolmo presenta un atractivo único. Pero hoy vamos a dejar de lado la superficie para sumergirnos en uno de los mayores y más impresionantes museos del mundo, el metro de Estocolmo. 

Por el precio de un billete de metro podremos contemplar en gran parte de sus estaciones, pintura, escultura, inscripciones o relieves desde los años 50 hasta la actualidad. 

La mayor exposición artística mundial posee una extensión de 110 kilómetros, abarcando obras de centenares de artistas. 

Las obras de arte están en 90 de las 100 estaciones de metro con las que cuenta la ciudad. Algunos ejemplos de ello es el cavernoso techo de la estación "Solna Centrum"o el bosque de abetos que conforma las paredes de la misma. 

No dejes de sorprenderte mientras esperas la llegada de tu tren y disfruta de una de las tantas maravillas que te ofrecerá la ciudad.

Nueva York, a fondo gastando el dinero justo

En este post ye voy a contar los secretos de Nueva York que no vas a encontrar en una guía de turismo al uso. Todo el mundo piensa en Nueva York como una ciudad cara y de lujo al alcance de algunos poco privilegiados, sin embargo hay un Nueva York que muy pocos conocen y que te ahorrará bastante dólares.

En primer lugar decir que en NYC se regatea absolutamente todo, ya sean en puestos de la calle como en tiendas al uso.

A la hora de comer es cuando derrochamos más dinero ya que en muchas ocasiones entramos en el primer restaurante que vemos, es fundamental siempre ver los precios que tienen antes de entrar y si  no nos convence, siempre podemos degustar una porción de pizza por un dólar, por lo que por escasos dos euros podemos tomar; dos porciones de pizza y una bebida.

Ir a museos en Nueva York no siempre es caro si sabemos a las horas y los días a los que hay que ir por ejemplo si vamos a MOMA (Museo de Arte Moderno) un día cualquiera nos costará 20 dólares, pero si elegimos el viernes de 17.00-20.00 la entrada será gratuita.

Por ultimo, todo el mundo que va a Nueva York quiere ver la estatua de la libertad de cerca, si no estamos informados podremos llegar a pagar 25 dólares por un Tour desde Manhattan hasta la isla Ellis, sin embargo si vamos a la estación del Sur, es gratuito.

Espero que todos estos trucos os sirvan para daros cuenta que Nueva York es más barata  de lo que nos podemos imaginar, eso si siempre hay que buscar las ofertas y comprar precios. Nunca podemos quedarnos con la primera opción que nos den.

CSR desde Manhattan

Todo viaje tiene su canción

Con sólo los acordes de algunas melodias se nos dibuja una sonrisa en el rostro y nos situamos de inmediato en lugares paradisiacos, el rumor de las olas y el batir acompasado de las palmeras.

Y es que ¿quién no tiene una canción para todos esos viajes inolvidables?. Las primeras notas nos harán recordar los grandes momentos de nuestra aventura. Es difícil saber por qué esa canción y no cualquier otra aunque algunas veces con solo un compás nuestra mente ya perfila aquel paisaje. Os dejo un pequeño ejemplo, en vuestra imaginacion queda el destino.

 

Lápidas

El cementerio judío de Praga es uno de los rincones mágicos de centroeuropa y su retorcida profusión de lápidas alimenta la inspiración de artistas y soñadores. Su aire misterioso nos retrotrae a tiempos pasados y entre sus árboles y túmulos podremos realizar un sinfín de instantáneas.

Escondido entre la belleza de la ciudad vieja, se levanta varios metros por encima del nivel del suelo en un entorno en el que se multiplican las joyerías hebreas y las tiendas de souvenirs. A su alrededor encontramos decenas de sinagogas y callejuelas intrincadas dignas de novela expresionista pero a la luz del día el camposanto carece de poder atemorizante y surge ante los ojos del turista como un místico recuerdo del pasado. La carga de solemnidad, no obstante, sigue presente e irradia con fuerza desde los epitafios esculpidos en la piedra, aunque con los fogonazos furtivos de los flashes al turista le resulta difícil ubicar el recuerdo literario del golem.

En las guías turísticas se afirma que bajo cada una de las losas funerarias se acumulan en vertical decenas de cuerpos, puesto que los judíos se mantuvieron encerrados en su guetto durante siglos y no tuvieron otra alternativa que deshacerse de sus muertos en el espacio menguante de la necrópolis. Tan draconiano aislamiento, además de proteger al pueblo de  abusos y pogromos, produjo una serie de consecuencias estéticas con las que el turista de hoy día puede estremecerse y solazarse a partes iguales.

Caminando entre sus formas tortuosas nos asomaremos a un pasado en las que el fantasma del antisemitismo aún escalaba hacia las cimas de terror alcanzadas años después por el nazismo, pero sólo con buscar en el bolsillo el móvil o la cámara fotográfica escaparemos sin un rasguño de la trampa impresivible del recuerdo.

Asia, a un lado. Al otro, Europa. Y allá a su frente, Istanbul

A ambos lados del estrecho del Bósforo se extiende la ciudad de Istanbul, urbe milenaria con más de diez millones de habitantes. En sus callejuelas infinitas dormitan los rescoldos de un pasado glorioso y tras las sonrisas ladinas de los turcos en sus bazares se esconde el espíritu indomable de un pueblo orgulloso.

Viajar a Istanbul es una experiencia enriquecedora, sobre todo para áquel que sólo ha atravesado sus fronteras para visitar las tradicionales capitales europeas. Su trazado caótico, sus mercaderes omnipresentes, su aire misterioso, sus especias ofertadas al aire libre y la infinita acumulación de mezquitas, proyectadas hacia el cielo por sus desafiantes minaretes, arrojan al rostro del viajero las esencias más puras del mundo oriental. El tranvía y las mansiones a lo largo de la costa, las habilidades políglotas de los comerciantes, la exótica amalgama de musulmanes ortodoxos y hombres y mujeres liberales, el trasiego de los buques frente al muelle y las admirables infraestructuras del aeropuerto y algunos museos sirven como asidero para una Europa que nace y termina a sus puertas.

La ciudad parece un ente vivo, una monstruosa extensión de edificaciones levantada sin orden ni concierto, exhalando en cada callejón los hálitos inconfundibles de las ciudades del litoral mediterráneo. En su inabarcable inmensidad reside gran parte de su encanto y los mitómanos más acérrimos pueden presumir de pisar un día suelo europeo para, al siguiente, cruzar el estrecho en barco y declamar a los cuatro vientos que se hallan en el continente asiático.

Por su enorme valor militar y político, Istanbul fue considerada durante siglos un enclave de vital importancia. En tiempos de Bizancio suponía el último dique frente al impetuoso bullir de los reinos islámicos y bajo el dominio de los otomanos pasó a ser calificada como la puerta de entrada hacia un mundo diametralmente opuesto a la cristiandad europea. Ahora, diluyéndose cada vez más los linderos geoestratégicos, el viaje a la ciudad ha pasado a ser un rito iniciático para el turista, que, entre zocos y palacios, se deja hipnotizar por un mundo de raíces completamente diferentes.

A ritmo de Lady Gaga y Katy Perry

Las aerolíneas filipinas Cebu Pacific Airlines han encontrado la solución al momento tan soporífero como es el de explicar las precauciones a tomar durante el vuelo. 

Bailando a ritmo de Lady Gaga y Katy Perry, las azafatas de esta empresa, indican a los sorprendidos pasajeros cómo abrocharse el cinturón o usar los chalecos salvavidas mientras mueven los brazos rítmicamente, apuntando a las salidas de emergencia. Entretanto una sobria voz en off explica verbalmente a los pasajeros, que miran atónitos la coreografía, como actuar en situaciones de emergencia.

Pero, aunque parezca mentira, esta aerolinea de bajo coste, creada en 1996 ya era conocida con el sobrenombre de la  “aerolínea divertida” gracias a varias y originales iniciativas como la ofrecer juegos a sus clientes para amenizar los vuelos.

Aquí os dejo el link del "curioso vídeo" grabado por uno de los pasajeros... para que los que estáis pensando en viajar a las islas Filipinas os decidáis. Aunque sólo sea por ver el show ¡yo no lo dudaba! ¡Montar en uno de esos aviones y me contáis la experiencia! Por lo menos no os aburriréis.

Azafatas explicando los sistemas de seguridad a ritmo de Lady Gaga y Katy Perry

¿Qué me dices de un spa?

Masajes, hidroterapia, circuitos termales o saunas, ¿qué mejor propuesta para comenzar el otoño?. Una escapada a cualquier balenario de nuestro país es el modo más llevadero de adentrarnos en los días cada vez más cortos, la lluvia y el frío que nos acechan a la vuelta de la esquina.

Olvidarse del estrés y del agotamiento físico producido por el trabajo diario es tarea fácil, solo tenemos que sumergirnos en el mundo de sensaciones que nos ofrece el turismo saludable.

Viajes de fin de semana son el momento perfecto para desconectar del ajetreo urbano y disfrutar de las propiedades del agua o una chocolaterapia que hará olvidar todo lo demás. Ver nevar en un jacuzzi o deslizarnos en heladas aguas para contrastar con el calor termal son solo algunas de las propuestas que se nos presentan.

Si no tenemos tiempo para una escapada nuestra opción son los balenarios urbanos. Oasis situados en el corazón de la ciudad, alejados del ruido y de la contaminación, que nos permiten conocer de la mejor manera posible la cultura del agua y sus innumerables beneficios.

Dejate embaucar por un entorno de tranquilidad y disfruta de la relajación y el anhelado descanso que estabas esperando.

Asturias, la tierra donde disfrutar con los cinco sentidos

Santander, precioso e inolvidable

Situada a orillas del mar, esta ciudad cuenta con hermosas playas y numerosos lugares de interés. Sin ir más lejos encontramos la Catedral de la Asunción, contruida en el siglo XII, y cuyo claustro rebosa tranquilad y armonía por todos sus rincones.

Siguiendo por el magnifico paseo que recorre la costa santanderina permitiéndonos disfrutar de la famosa zona de El Sardinero, donde se concetraba en el siglo XIX la alta burguesia, con sus jardines y su gran casino. Si continuamos encontramos la Península de la Magdalena y su palacio, residencia de vaciones del rey Alfonso XIII, que cuenta con tantas ventanas como días tiene un año y con un pequeño zoológico en sus cercanías.

En cuanto a la vida nocturna, hay de todo. Desde sitios relativamente tranquilos donde puede, más o menos, oír a la persona de al lado, hasta grandes pubs.  Por su parte la gente  de treinta años en adelante no se sentira fuera de lugar pues cerca del paseo, existen una zona donde la gente joven y los no tan jóvenes conviven en la noche. Los precios de las copas son como los de cualquier lugar de España, asequibles.

Y qué decir de la gastronomía, la calidad culinaria es excepcional y no es muy cara.  No dejeis de desayunar un chocolate con churros frente al mar, para empezar bien el día y ni de tomar alguna mariscada y demás productos típicos de la región. 

Merece la pena ir.

Turismo activo económico

Otra forma de viajar sin gastar mucho dinero es realizar el desplazamiento en coche. De esta forma poder conocer ciudades dentro de España en las que no solo poder pasear y disfrutar sino practicar una modalidad muy de moda de turismo llamado “Turismo Activo”, que se esta en contraposición del turismo tradicional y pasivo.

 Podrás visitar montañas y valles encima de un caballo o un quad, así como hacer descensos de barranco hacer descensos de ríos a nado o en piragua.

En esta ocasión nos hemos desplazado hasta la ciudad asturiana de Gijón. Nos hemos alojado en el camping Gijón:

http://www.camping-gijon.com/

Hemos pagado un total de 10€/noche y persona. El camping tenía unas vistas maravillosas como podéis ver en la fotografía de la derecha. Todas las mañanas nos despertamos mirando amaneceres frente al mar impresionantes.

Contactamos con Escuela Surf Gijón que por 100€/semana y persona nos ofrecía 3 horas de clases de surf en la principal playa de Gijón.

Fue alucinante ya que disfrutamos de la playa de una forma completamente diferente a la forma convencional y lo mejor de todo es que sumando la gasolina, alojamiento y curso solo nos costó 150€ la semana.

Alojarse en monasterios

Una buena opción a la hora de planificar un viaje al norte es buscar nuestro alojamiento en lugares poco comunes. Más allá de los hoteles y apartamentos tradicionales, la robusta arquitectura de esta zona de España ofrece un sinfín de monasterios y conventos apartados.

Su ubicación suele situarse en lugares recónditos, y, si bien parcos en  boato, ofertan la seguridad de un cuarto limpio y tranquilo. Complementan además sus instalaciones una variada gama de menús y desayunos, que permiten al viajero alimentarse sin excesos pero de manera correcta.


En otros tiempos fueron lugares santos y en sus muros y portones contemplamos toda la carga ancestral de milenios de veneración católica, pero el paso del tiempo han sembrado la necesidad en su seno y ahora se abren al turista como sacras pensiones al alcance de todos los bolsillos. Además de la obvia aportación monetaria, la única contraprestación que los venerables sacerdotes nos solicitarán durante nuestra estancia será la de un respetuoso silencio. 

Descansando en un centro religioso nos arriesgamos a quedar subyugados por sus cánticos rituales, pero la apacible calma del entorno será un contrapeso importante para tamaño riesgo.

Atardecer en Nueva York

Un atardecer en Nueva York es una experiencia irrepetible para todo aquel que se acerque a la Gran Manzana. El tiempo se para por unos instantes en los que olvidamos el centro de financias con su habitual ajetreo y el ruido de la vida urbana.

Entre los majestuosos rascacielos de la urbe se esconde un sol radiante para dar paso a un mundo totalmente distinto. Y es que esta cinematográfica ciudad se transforma por completo pasando a ser las luces las reinas de la fiesta.

Relajarnos con esta vista es la mejor manera de descansar de un día de compras y turismo; pero por poco tiempo. La noche nos ofrece si cabe más posibilidades de disfrutar la ciudad. Restaurantes, pubs, discotecas o simplemente pasear entre las calles de Manhattan son algunos de los lugares a los que podemos ir.

Nueva York te deslumbrará, pero no rechazes la posibilidad de acudir a Brookyn para ver una de las postales más bonitas que la costa este norteamericana puede ofrecerte.