A veces se tiende a decir que el hombre
ya ha descubierto todos los paraísos del planeta, y, si bien resulta
difícil encontrar un lugar del mundo que su planta no haya hollado,
hay rincones maravillosos que aún conservan la pureza de una belleza
virgen.
Es el caso de Nueva Zelanda. Situado en Oceanía, junto a la colosal isla continental de Australia, este país es un constante desafío a los sentidos, avasallando a su visitante con una sucesión de vergeles naturales y cordilleras solemnes y poderosas. Nueva Zelanda es el país del mundo con mayor número de parques nacionales y la conservación de su patrimonio natural es un deber inexorable para todos sus dirigentes.
Viajar a Nueva Zelanda es caro. Lo mejor es tratar de llegar hasta Sidney y, una vez allí, contratar un vuelo barato. Una enorme inversión de dinero que, sin embargo, se verá totalmente satisfecha al asistir a su despliegue de belleza.
Aquí os dejo este vídeo como prueba
Es el caso de Nueva Zelanda. Situado en Oceanía, junto a la colosal isla continental de Australia, este país es un constante desafío a los sentidos, avasallando a su visitante con una sucesión de vergeles naturales y cordilleras solemnes y poderosas. Nueva Zelanda es el país del mundo con mayor número de parques nacionales y la conservación de su patrimonio natural es un deber inexorable para todos sus dirigentes.
Viajar a Nueva Zelanda es caro. Lo mejor es tratar de llegar hasta Sidney y, una vez allí, contratar un vuelo barato. Una enorme inversión de dinero que, sin embargo, se verá totalmente satisfecha al asistir a su despliegue de belleza.
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